Las 7 diferencias entre electrocardiograma y ecocardiograma

Se escriben parecido pero no tienen nada que ver. Ambas estudian el corazón, pero hay unas cuantas diferencias entre electrocardiograma y ecocardiograma.

Los términos se confunden y ya si lo vemos escrito con siglas peor todavía. ECG o EKG es como se abrevia electrocardiograma.

Al ecocardiograma se le llama habitualmente eco, pero podemos verlo escrito como ETT, siglas de ecocardiograma transtorácico, o ETE si se realiza por vía transesofágica.

En este artículo repasamos sus características y para qué sirve cada uno.

Uno es un registro y otro una prueba de imagen

La primera de las diferencias entre electrocardiograma y ecocardiograma es que la segunda es una prueba de imagen. El electrocardiograma es una representación gráfica de la actividad eléctrica de nuestro corazón.

Todo nuestro cuerpo emite electricidad. La técnica que registra concretamente la electricidad que genera el corazón es la electrocardiografía.

El electrocardiograma es un registro de la actividad eléctrica del corazón

Con el trazado del electrocardiograma podemos tener algunos datos de cómo es el corazón, si es más grande o más pequeño, pero no lo vemos directamente.

Para ver eso están las pruebas de imagen. Las pruebas de imagen se utilizan en medicina para estudiar la anatomía. Las primeras fueron las radiografías de rayos X. Vemos literalmente el cuerpo humano.

La ecografía es una técnica que utiliza ultrasonidos. Los ultrasonidos son buenos para distinguir sólidos de líquidos. Como el corazón es un sólido relleno de líquido, la ecografía le va como anillo al dedo.

A la ecografía del corazón se le llama ecocardiograma y es una prueba de imagen más.

Hacer un ecocardiograma es más complejo

El electrocardiograma es sencillo de hacer. Basta colocar bien las pegatinas en el pecho del paciente y pulsar un botón.

Lo realmente difícil del electrocardiograma es la interpretación. Para hacerlo realmente bien puede llevarnos años de formación y observación de trazados diferentes.

El ecocardiograma requiere más tiempo. Necesitamos colocar la sonda del ecógrafo en distintas zonas del tórax y en cada una realizar distintas mediciones del corazón, grabar las distintas imágenes, velocidades del flujo sanguíneo, hacer determinados cálculos, etc.

Realizar un ecocardiograma toma más tiempo, sobre todo en tiempos de COVID

Realizar un ecocardiograma más o menos decentemente requiere unos meses de práctica. Hacer un electrocardiograma si eres avispado es cuestión de repetirlo un par de veces.

El ecocardiograma es menos reproducible

Un electrocardiograma, siempre que se haya hecho correctamente, saldrá más o menos igual se haya hecho aquí o en Pekín.

Por otro lado la calidad de imagen del ecocardiograma depende de muchos factores:

  • Del equipo que usemos. Que sea más cutre o más avanzado va a ser importante.
  • De la inspiración que tenga ese día el que lo haga y de su experiencia o especialidad.
  • Del tiempo que tengamos para realizarlo. No es lo mismo hacerlo rápido en una urgencia, que con mucho detalle cuando no tenemos prisa.
  • Y del cuerpo del paciente. La obesidad dificulta la técnica. También suelen ser difíciles en personas con problemas respiratorios crónicos como bronquitis crónica o enfisema.

El electrocardiograma es más barato y el ecocardiograma más caro

El electrocardiógrafo tiene menor coste, uno decente puede costar 200-300€. La prueba es más rápida y fácil de hacer. Además no necesitamos un entrenamiento excesivamente complejo para hacer la prueba. Por eso es una prueba más accesible y económica.

Un ecocardiograma requiere una formación para aprender bien la técnica, simplemente para obtener las imágenes. Además el equipo ronda los 30000€ de promedio. Conlleva más tiempo y el tiempo es dinero. Por todo ello es una técnica mucho más cara.

El mayor coste hace del ecocardiograma una prueba menos accesible

De todas las diferencias entre electrocardiograma y ecocardiograma esta es la que explica que el primero sea una técnica más universal y disponible. Mientras tanto, el ecocardiograma suele ser de segunda línea cuando queremos completar información del primero.

El electrocardiograma en principio es interpretable por cualquier profesional de la medicina mientras que el ecocardiograma no

Para poder leer un electrocardiograma habrá que tener mínimas nociones de electrocardiografía eso sí, pero con más o menos acierto se podrá interpretar. O sea que generalmente no vamos a necesitar a un experto en imagen cardíaca ni concretamente a un cardiólogo.

En el caso del ecocardiograma la cosa cambia. No es ni mucho menos una técnica exclusiva de cardiólogos sino que la pueden realizar también médicos de otras especialidades, como medicina intensiva, anestesistas, internistas, etc.

No obstante, es mucho más habitual que un médico sepa realizar e interpretar un electrocardiograma que saber realizar e interpretar un ecocardiograma.

Al final lo que cuenta es la interpretación de cada prueba, que se suele resumir en un informe. El informe del ecocardiograma generalmente también requiere estar familiarizado con este tipo de prueba para entender su significado.

Los relojes inteligentes y otros dispositivos ya permiten obtener electrocardiogramas, ecocardiograma de momento no

Estas tecnologías están muy perfeccionadas actualmente y permiten obtener registros de electrocardiograma de gran calidad para diagnosticar arritmias sobre todo. Estas tecnologías se irán convirtiendo poco a poco en los electrocardiógrafos del futuro.

Algunos relojes inteligentes permiten ya obtener registros de electrocardiograma para detectar arritmias

El día de mañana es posible que existan sondas ecográficas que sean capaces de obtener las imágenes automáticamente. Sin necesidad de un explorador humano. Esto reduciría el coste y minimizaría bastante los errores.

Algo parecido ya se está haciendo de forma que con inteligencia artificial las máquinas hacen su interpretación y perfeccionan los diagnósticos que hacemos. También existen ecógrafos portátiles de gran calidad de imagen que se conectan al móvil.

Otras sondas portátiles con una cámara incorporada permiten que un experto en otra punta del mundo pueda guiar a distancia como hace la técnica un explorador novel que no sea experto. Algo así como hacer un ecocardiograma a distancia.

La principal de las diferencias entre electrocardiograma y ecocardiograma es su utilidad

Cada prueba se utiliza para una cosa por las distintas características que tiene.

El electrocardiograma en general es más accesible. Por eso es útil en las urgencias para detectar anomalías del corazón que están sucediendo en ese justo momento, como puede ser una arritmia o un infarto.

Aporta una información general de la función cardíaca que necesitamos en un reconocimiento médico o un estudio preoperatorio. También es la técnica de elección para detectar un infarto agudo de miocardio y otros síndromes coronarios agudos.

Solamente con el electrocardiograma podemos ver si un dolor en el pecho corresponde a un infarto

Es también la prueba necesaria para detectar enfermedades de base eléctrica en el corazón como son las arritmias, las canalopatías, los bloqueos de rama o los bloqueos de conducción eléctrica del corazón. Por eso es la prueba clave para indicar un marcapasos por ejemplo.

Mientras tanto el ecocardiograma aporta información más exacta sobre el tamaño de las cavidades y espesor de las paredes cardíacas, movilidad, flujos sanguíneos a través de las válvulas y de los grandes vasos. Va a ser una prueba más específica para completar el estudio una vez que tenemos un electrocardiograma que no es normal.

Se aplica en enfermedades que alteran la estructura del corazón como miocardiopatías. También para el estudio de los soplos cardíacos. El ejemplo paradigmático serían las enfermedades de las válvulas cardíacas. También medimos el calibre de los grandes vasos como la aorta y la arteria pulmonar.

Lo normal es que ambas técnicas se complementen

Por ejemplo, la pericarditis que es una inflamación de la membrana que recubre el corazón se va a diagnosticar por el electrocardiograma. Sin embargo, las pericarditis pueden provocar que se acumule líquido alrededor del corazón. Para ver ese líquido necesitamos hacer un ecocardiograma.

De todas formas, si me tengo que quedar con una técnica es con el electrocardiograma. No digo que el ecocardiograma no sea una pasada. Pero es que la cantidad de información valiosa que aporta algo tan sencillo como el electrocardiograma lo hace una técnica que no ha podido ser superada ni sustituida en más de un siglo de medicina.

Eso sí, cuando la tecnología permita que el ecocardiograma sea tan reproducible, rápido y asequible probablemente sea el fin del electrocardiograma.

No pinto cosas. Sólo pinto la diferencia entre las cosas.

Henri Matisse

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