El mecanismo de estos dispositivos no es tan complejo como parece. Pero poca gente sabe para qué sirven y cómo funcionan los marcapasos.
Generalmente, se piensa en una enfermedad grave de corazón y una cirugía muy complicada.
Ya han pasado más de 60 años desde que el 3 de Febrero de 1960 los doctores Orestes Fiandra y Roberto Rubio, implantaran de forma exitosa el primer marcapasos cardíaco en Montevideo, Uruguay.
Desde entonces han avanzado las técnicas para implantarlos pero también los propios dispositivos.
En este artículo voy a intentar explicar de forma sencilla para qué sirven y cómo funcionan los marcapasos.
El corazón genera su propia electricidad
El corazón no es solamente un músculo que se relaja y se contrae. Tiene la capacidad de generar sus propios impulsos eléctricos para funcionar.
Lo mismo eso te suena a chino. Pero piensa en tus brazos y tus piernas. Para que se muevan se tienen que contraer sus músculos. Y esos músculos se acortan o se alargan porque tienen unos nervios que vienen de la médula espinal y los estimulan.
Esos nervios conducen impulsos eléctricos del cerebro. Nosotros gracias a los nervios controlamos los movimientos de nuestros músculos.
En el caso del corazón es distinto. No tiene nervios voluntarios. No podemos parar nuestro corazón. Tiene nervios, pero del sistema nervioso autónomo, que es un sistema que nosotros no controlamos. Pero el corazón no depende de esos nervios para latir. Por suerte.
Podríamos cortar esos nervios y nuestro corazón seguiría latiendo. De hecho, un corazón trasplantado late por sí mismo, sin conectarse a los nervios del receptor.
Y esto es así porque dentro del corazón hay un generador de impulsos eléctricos que se llama nodo sinusal. Este nodo va descargándose y cargándose de electricidad. Esta electricidad se desplaza por todo el corazón activándolo.
Con cada activación un latido. Continuamente. Sin detenerse.
Entre medias puede haber latidos extra, pero eso lo vimos en el capítulo de las extrasístoles.
El sistema de conducción cardíaco
Este nodo sinusal debemos de imaginarlo como la luz de un piloto intermitente. Que se enciende y se apaga unas 60 veces por minuto en estado normal.
Pero para que su señal sea seguida debe de transmitirse al resto del corazón. Y lo hace a través de unos cables que son el sistema de conducción cardíaco.
El nodo sinusal está en la aurícula derecha, en el techo del corazón. Desde ahí, como si fuera una antena transmite al resto. Por unos cables estimula las dos aurículas.
Pero las aurículas están aisladas eléctricamente de los ventrículos. Como si fuera el muro de Berlín, los impulsos eléctricos pueden llegar a los ventrículos solamente por una zona de paso. Un punto de control.
Ese puesto es el nodo AV. Se llama así porque está entre aurículas y ventrículos. Ahí los estímulos se paran un rato y luego llegan a los ventrículos. Como si les estuviesen pidiendo la documentación.
¿Y por qué esa pausa? Porque si no, como la electricidad viaja muy rápido iban a latir a la vez las aurículas y los ventrículos.
Del nodo AV salen dos ramas, derecha e izquierda, una para cada ventrículo. Y gracias a ellas se contraen esas dos cámaras, desde arriba hasta la punta del corazón.
Cuando el estímulo llega a la punta, el nodo sinusal dispara otra vez desde arriba y vuelta a empezar.
¿Para qué sirve un marcapasos?
Este sistema eléctrico del corazón es bastante fiable pero puede envejecer o enfermar. Lo más frecuente es que se vaya deteriorando con la edad. También puede dañarse por infartos, por una cirugía cardíaca o por una infección del corazón.
En otras ocasiones se puede dañar transitoriamente y luego recuperarse. Eso pasa con determinados medicamentos porque se acumulen o porque tomemos más dosis de la cuenta. También cuando se acumulan determinadas sustancias, como en la insuficiencia renal pasa con el exceso de potasio.
Cuando el sistema eléctrico del corazón está dañado puede producir síntomas. Si los impulsos se generan más lentos, nuestro corazón late más despacio. A eso se le llama bradicardia y produce cansancio.
Si estos impulsos se interrumpen o se cortan en alguna parte del sistema de conducción puede provocar mareos o pérdidas de conocimiento. A eso se le llama pausas o bloqueos.
Las enfermedades del sistema de conducción, si son persistentes se ven en un electrocardiograma.
Si tenemos el sistema eléctrico averiado de forma persistente e irreversible y además tenemos síntomas vamos a necesitar un marcapasos.
¿Cómo funcionan los marcapasos?
Para producir los impulsos el marcapasos lleva un generador con una batería. Del generador salen unos cables que se conectan al corazón.
Algunos marcapasos se ponen en la superficie del corazón. Por eso requieren una cirugía para abrir el tórax y conectar los cables al músculo para estimularlo por fuera.
No obstante los marcapasos habituales no se ponen así. Los más usados tienen cables que llegan al corazón por dentro, a través de las venas, no por fuera.
La vena más utilizada para llegar al corazón es la que está debajo de la clavícula izquierda. Justo en el pectoral izquierdo.
Desde ahí se empuja el cable y con rayos X, se guía hasta su sitio. De esta forma no hace falta una cirugía agresiva para ponerlos. Basta con una incisión para colocar el generador debajo de la piel. Esto puede hacerse con anestesia regional y la persona despierta.
Incluso ya se han desarrollado modelos sin cables. El generador y el cable van integrados en un dispositivo del tamaño de una pila del mando a distancia. Se colocan dentro del corazón y funcionan comunicándose con el exterior como lo haríamos con un coche teledirigido.
¿Y cómo funcionan los marcapasos?
El marcapasos a través de sus cables lo que hace es vigilar la actividad eléctrica del corazón. Si no se produce actividad ninguna, entonces se activa y da impulsos eléctricos para activar las cavidades del corazón.
Por ejemplo, si el impulso sale del nodo sinusal pero se bloquea por el camino, el cable del marcapasos que está en el ventrículo espera un tiempo prudencial a que llegue el estímulo. Si no llega, lo da él.
De esta forma el marcapasos solamente funciona en ausencia de actividad. Si hay exceso de actividad, como pasa en ciertas arritmias, que el corazón se pone a latir muy deprisa, el marcapasos no hace absolutamente nada.
Él está ahí para vigilar que no te quedes sin latidos. Pero si tienes exceso de latidos no hace nada.
Conclusiones
El sistema de conducción eléctrico del corazón tiene dos partes: una que genera los estímulos y otra que los transporta.
Y así es como funcionan los marcapasos.
Cuando enferma, generalmente por envejecimiento, puede producir síntomas, fundamentalmente cansancio o pérdidas de conocimiento.
Si esto sucede de forma persistente se podría solucionar con el implante de un marcapasos.
Actualmente es una técnica relativamente sencilla, con pocas complicaciones. Su tecnología se ha desarrollado hasta tal punto que ya hay modelos sin cables.
2 comentarios
Hola. Muchas gracias por los artículos que nos dan conocimientos sobre aspectos que nos son muy interesantes. Tengo 68 años y llevo desde hace casi diez años una válvula biológica que desafortunadamente elegí, ante la opción de la mecánica, por la complicación del Sintrón y que está dando síntomas de calcificación desde hace mas de cuatro años, también llevo implantado un marcapasos. Realmente no me dí cuenta de la agresividad de la operación de recambio valvular hasta que me desperté en la UCI con el cuerpo «remachado». Eso me hace pensarme lo de otra operación, pero la necesidad obliga. Realmente no tengo mas sintomas que fatiga al subir escaleras o pendientes. Sin embargo hago una media de 20 Km en bicicleta en días alternos. Un saludo y gracias de nuevo.
Hola Jose. Yo te animo a ver las cosas en positivo. Estos años no has tenido el inconveniente del tratamiento anticoagulante con Sintrom. Además la cirugía ha avanzado. La idea de una reintervención no gusta a nadie. Pero probablemente sea inevitable a medida que los síntomas avancen. En todo caso, confía en tu equipo de cardiólogos y cirujanos. Ellos valorarán el momento óptimo para reintervenirse. Un saludo y gracias a ti por comentar.