La disección aórtica es una enfermedad grave que puede poner en peligro la vida si no se diagnostica rápidamente. En otra entrada previa del Blog hablamos sobre las disecciones coronarias espontáneas.
Ahora repasamos una enfermedad parecida, pero que afecta a la principal arteria de nuestro corazón.
Los vasos que llevan sangre desde el corazón se llaman arterias. Los que retornan sangre se llaman venas. La arteria principal, es la aorta. Entonces, no se dice vena aorta, por mucho que exista parodia alrededor de esto.
Esta arteria puede enfermar, como cualquier otra, presentando una rotura de su pared interna. Como se puede imaginar, esto no es bueno ni agradable. Entonces:
¿Cuáles son los síntomas?
¿Por qué se producen las disecciones aórticas?
¿Cuál es el tratamiento?
Si quieres saber más sobre esta arteria principal y por qué enferma, no te pierdas este nuevo artículo del blog sobre la disección aórtica.
¿Qué es y dónde está la aorta?
La aorta es una arteria. O sea, una tubería que conduce sangre bombeada desde el corazón. Sale del ventrículo izquierdo, que es la cámara que impulsa la sangre para dar de comer a todo el cuerpo. Es una sangre rica en oxígeno, para llevarlo a todos los órganos y que puedan hacer su función.
A su salida del ventrículo izquierdo discurre hacia arriba, por detrás de la parte derecha de nuestro esternón. Pero solo durante unos pocos centímetros, porque inmediatamente se curva 180 grados para tomar dirección inferior, hacia nuestros pies. A esa curva se le llama cayado de la aorta.
Como si fuera el tronco de un árbol la aorta es gruesa de calibre en su salida y se va afinando en su trayecto, a la vez que va dando ramas para llevar sangre a la cabeza, a los brazos, a los órganos y finalmente a nuestras piernas.
Si hacemos un símil automovilístico la aorta es la autopista principal del cuerpo y la que distribuye toda la sangre que sale del corazón.
¿Cómo se produce una disección aórtica?
La aorta no es una tubería rígida. Está viva como cualquier otro órgano y se compone de varias capas:
La primera capa está en contacto con la sangre y se encarga de que la sangre se deslice bien sobre ella. Se llama íntima y es la protagonista de las disecciones.
La segunda capa está llena de fibras elásticas y musculares que, por un lado, otorgan cierta flexibilidad a la aorta y por otro, le dan su resistencia. Esta capa es muy importante porque con cada embolada del corazón, permiten que la aorta se acople y sea flexible.
Como todas las gomas la aorta irá haciéndose más rígida con la edad, como pasa con la goma de la mampara de la ducha. Es decir, perderá su flexibilidad y se hará más dura.
La última capa, la que va por fuera es la adventicia. A parte de tener ese nombre tiene nervios y vasos sanguíneos para nutrir el resto de las capas.
En la primera capa, la más interna pueden aparecer heridas o perforaciones. Si se produce un despegamiento, a través de ese boquete puede empezar a circular la sangre y seguir levantando la pared. La sangre circula entonces por dos vías, la natural y otro camino nuevo que va generando, al despegar la pared.
Cuando se produce ese despegamiento de la pared interna se le llama disección aórtica.
¿Por qué ocurren las disecciones aórticas?
La aorta puede ser de mala calidad porque tengamos una enfermedad de nacimiento que afecta a la pared aórtica, como ocurre en algunos síndromes, por ejemplo, el síndrome de Marfan. Estas aortas suelen dilatarse incluso en personas jóvenes y tienen más riesgo de disecarse.
La mayor parte de las veces la aorta se lesiona, como otras arterias, en personas con factores de riesgo cardiovascular: tabaquismo, hipertensión arterial, hipercolesterolemia o diabetes. En estos casos la aorta envejece precozmente. Si la aorta tiene una pared débil es más probable que se ensanche, se dilate, o bien que aparezcan heridas en su superficie. Eso hace más probable que aparezca una disección.
Otras veces algunas enfermedades inflaman la aorta, como ocurre con la sífilis, o puede que se lesione en algún procedimiento endovascular (aunque en general el riesgo de cualquier cateterismo es muy bajo).
¿Qué síntomas produce? ¿Lo podemos prevenir?
Una aorta que esté enfermando, como ocurre con otras enfermedades cardiovasculares es raro que dé síntomas, por lo que lo fundamental es la prevención.
Por una parte, tenemos que cuidar todos los factores de riesgo cardiovascular, para cuidar no solamente la aorta sino todo nuestro aparato circulatorio.
Por otro lado, personas que tengan alguna enfermedad que debilita la aorta necesitan un seguimiento periódico para medir el calibre de la aorta. Así, cuando este diámetro pasa de unos umbrales determinados, en los que el riesgo de disección es más alto, podemos intervenir quirúrgicamente y evitar una futura disección u otra complicación de la aorta.
Los síntomas de una disección en la aorta aparecen de forma brusca. Lo más habitual es un dolor muy intenso en el pecho que no calma y que se refleja hacia la espalda. También es frecuente que se eleven mucho las cifras de tensión arterial.
Muchos casos graves pueden manifestarse en forma de muerte súbita o con pérdida de conocimiento. Algunos casos en los que la disección es pequeña o está contenida sin afectar vasos principales puede ser más difícil de diagnosticar y los síntomas menos claros.
¿Cómo diagnosticamos y tratamos una disección de aorta?
Una vez sospechamos esta complicación por los síntomas anteriores la prueba de elección es hacer una prueba de imagen. La mejor prueba de imagen para visualizar bien todo el trayecto de la aorta es la TC, o sea, “hacer un TAC”.
Estas pruebas de rayos X permiten tener imágenes muy precisas de dónde empieza y dónde acaba la disección de la aorta, para poder planificar mejor el tratamiento.
Si se confirma el diagnóstico, el tratamiento será cirugía de urgencia cuando la disección afecta a la salida de la aorta. Si la disección no afecta a la salida y está localizada por debajo del cayado se puede correr menos y usar técnicas endovasculares, sin cirugía abierta.
Como es lógico, las personas que sufren esta enfermedad necesitarán estar vigiladas en unidades de cuidados intensivos, con tratamiento para el dolor, para controlar su presión arterial y estabilizar otras funciones que queden afectadas.
Para finalizar, podemos decir que esta enfermedad es una urgencia vital y que ante la sospecha se debe actuar rápido pidiendo una prueba que lo confirme. Seguidamente, si es preciso hay que estabilizar las funciones vitales y trasladar a quirófano reduciendo las demoras lo máximo posible.
En conclusión
La aorta es el tronco principal que porta sangre desde el corazón hasta el resto del cuerpo dividiéndose en distintos ramos como un sistema de carreteras.
Esta aorta no es una tubería inerte, sino que es tejido vivo constituido por diferentes capas con sus respectivas funciones. Cuando estas capas se lesionan pueden perforarse y provocar urgencias vitales.
Los síntomas son sobre todo un dolor muy intenso en el pecho que se nota como un desgarro que recorre la espalda hacia los pies. En función de la extensión de la disección pueden afectarse más o menos órganos porque no les llega sangre suficiente.
El diagnóstico de una disección aórtica debe confirmarse con una prueba de imagen y si se confirma hay que actuar rápido, a veces precisando cirugía de urgencia.
¿Os ha parecido interesante la aorta? ¿Sabíais que era una arteria y no una vena? Os espero en los comentarios.