Son unos medicamentos muy utilizados en cardiología para reducir el colesterol. Aunque como pasa con las vacunas, se habla poco de los beneficios, y mucho de los efectos secundarios de las estatinas.
Porque no solamente son una terapia para reducir el colesterol. Evitan que se formen obstrucciones en nuestras arterias. Por tanto, reducen las trombosis, que son las que originan los ictus y los infartos.
Sin embargo, como ocurre muchas veces en medicina, estos efectos a largo plazo son eclipsados por algunos efectos secundarios. Haciendo que muchos pacientes abandonen un tratamiento que aporta beneficios muy por encima de los riesgos.
¿Qué son las estatinas? ¿Para qué se utilizan? ¿Quién debería tomarlas? ¿Cuáles son los efectos secundarios de las estatinas? ¿Son peligrosos?
A estas preguntas voy a intentar responder en este artículo.
Si crees que las estatinas son un veneno y que para controlar tu colesterol tras un infarto te basta con no coger el ascensor, comer lechuga y beber un yogurt líquido diario no te lo pierdas.
¿Qué son las estatinas y cómo protegen nuestras arterias?
Las estatinas son unos fármacos tan fundamentales en cardiología para prevenir accidentes cardiovasculares como la aspirina. Su efecto lo ejercen en el hígado, que es la fábrica de colesterol principal de nuestro cuerpo.
Como disminuyen su producción, consiguen bajar los niveles sanguíneos de colesterol. Esto hace que en la analítica baje principalmente el colesterol LDL, que es el que se relaciona con la producción de placas de ateroma en nuestras arterias.
Al reducir el grosor de las placas de ateroma evitan que produzcan obstrucciones. A parte de esto, hacen que estas placas no se inflamen. Porque si estas placas de ateroma se calientan, o se cabrean, se rompen produciendo trombos que son los que provocan los ictus y los infartos.
No es difícil deducir que, gracias a esto, las estatinas logran aumentar los años de vida de quiénes las toman.
También pueden conseguir una reducción de triglicéridos, que son las grasas que viajan empaquetadas por nuestra sangre. Aunque para los triglicéridos son más efectivos otros medicamentos llamados fibratos. También es fundamental reducir el consumo de alcohol y perder peso para bajar triglicéridos.
El colesterol HDL, que contribuye a disminuir el grosor de las placas de ateroma no se modifica significativamente con las estatinas. Para aumentar este llamado colesterol bueno es fundamental el abandono del tabaco, así como una dieta adecuada y la práctica regular de ejercicio físico.
Si son tan buenas ¿las echamos en el agua del grifo?
Hemos visto que las estatinas tienen muchos efectos beneficiosos sobre nuestros niveles de colesterol. Por lo que se consiguen evitar muchas trombosis. Consecuentemente, prologan la vida de quiénes las toman.
Entonces se podría pensar que podrían utilizarse como el flúor. Que se utiliza en el agua del grifo para reducir las caries. Sin embargo, como todos los tratamientos tienen sus efectos colaterales.
Además de estos efectos secundarios, las estatinas no son beneficiosas en todo el mundo. Al menos no en la misma proporción. Son más efectivas cuanto más riesgo cardiovascular tiene una persona.
Imagina una persona joven que practica deporte, tiene una dieta equilibrada, duerme bien, con unos adecuados niveles de estrés y que no abusa del alcohol ni es fumadora. Ahora piensa en una persona con sobrepeso, más mayor, fumadora y con problemas de tensión y azúcar.
Evidentemente su riesgo no es el mismo. En la primera, es más probable que el beneficio sea mínimo y que la expongamos a los efectos secundarios del tratamiento, a parte del coste económico. En la segunda persona, al tener un riesgo más elevado, los efectos secundarios son despreciables en comparación, por lo que nos compensa tratarla.
Como todos los tratamientos preventivos, son eficaces cuando los usamos en personas con mayor riesgo cardiovascular. En las que tienen riesgo bajo, usar estatinas puede aportar escaso beneficio. Porque estamos asumiendo un coste económico y además exponiéndola a efectos secundarios del tratamiento.
¿Cuáles son los efectos secundarios de las estatinas?
Hay efectos descritos a nivel muscular, sobre el azúcar en sangre y también en el hígado. No obstante, en mi opinión estos efectos están sobredimensionados. Porque en más del 90% de los casos son leves y no obligan a suspender el tratamiento.
Efectos a nivel muscular
Pueden producir dolores musculares en uno de cada diez pacientes que las toman. Se ha visto en los ensayos dónde los pacientes no saben si están tomando la estatina o un placebo, que este efecto es mucho menor. Sin embargo, en los registros en los que las personas toman el tratamiento sin que esté enmascarado la proporción con molestias es mayor.
O sea, si no saben si toman el placebo o la estatina, este efecto es mucho menor. Es como cuando le das a una persona un vino de mesa en una botella de Vega Sicilia. Puede que hasta le guste. Si le adviertes que el vino es de baja calidad, probablemente sean más los que lo detecten.
En 1 a 3 de cada 100.000 personas al año tomando estatinas, una proporción muy baja, se puede producir rotura de fibras musculares. Esto se detecta en una analítica de sangre y es una complicación grave que puede dañar los riñones.
No hay que confundirlo con alteraciones leves de este valor en la analítica, que no obligan a interrumpir el tratamiento y que probablemente no provoquen ningún síntoma.
Niveles de glucosa en sangre
Por su mecanismo de acción las estatinas más potentes pueden provocar a largo plazo desarrollo de diabetes. Este riesgo es mayor cuanto mayor es la persona, si hay sobrepeso y otros factores de riesgo para el desarrollo de diabetes.
Con todo, el balance riesgo-beneficio a nivel vascular sigue siendo favorable a las estatinas, a pesar de que induzcan diabetes. Además, este efecto no se ha observado por igual en todas las estatinas.
Alteraciones hepáticas
Durante el tratamiento con estatinas se recomienda hacer controles analíticos periódicos, al menos anualmente, para ver las enzimas hepáticas. Estas enzimas, llamadas transaminasas pueden elevarse de forma leve. Esto no es una indicación de retirar el tratamiento.
En casos extremadamente raros puede haber un fallo hepático. Tampoco es inusual que una persona que tome estatinas tenga lo que se conoce como hígado graso. Esto provoca elevación de transaminasas y no está relacionado con las estatinas, sino con el consumo de alcohol y el sobrepeso.
Otros efectos secundarios de las estatinas
Se ha publicado un riesgo mayor de ictus hemorrágico, no obstante, otros estudios no han encontrado esta asociación. Por lo general, la idea es que las estatinas tienen efecto protector neurológico, reduciendo los ictus isquémicos de forma consistente.
También hay que tener en cuenta las interacciones. Quiere decir que si tomamos estatinas con algunos fármacos se pueden potenciar sus efectos secundarios. Por eso es importante que nuestro médico conozca que otros fármacos estamos tomando antes de iniciar este tratamiento.
Generalmente los beneficios superan los riesgos de los efectos secundarios de las estatinas
Conseguir niveles de colesterol reducidos, sobre todo en personas con mayor riesgo, precisará muchas veces usar estatinas. Porque solamente con dieta y ejercicio no será suficiente.
Cuanto mayor sea el riesgo de una persona, más tendremos que reducir su colesterol. Y con dieta y ejercicio podemos conseguir reducciones del 10-20% a lo sumo. En personas de alto riesgo como las que han sufrido un infarto, necesitamos reducciones de más del 50%.
Pero las estatinas no son un sustituto de la dieta y el ejercicio. A iguales niveles de colesterol, el sedentario, que no hace ejercicio y come mal, tiene mayor riesgo que una persona activa y que cuida su alimentación.
El problema de los efectos secundarios de las estatinas es que muchas personas, por haberlos escuchado de algún familiar o conocido, pueden sugestionarse. A esto se le conoce como efecto nocebo. El problema es que, por molestias inespecíficas, como dolores musculares que pueden ser de otra causa se abandonen las estatinas.
Hay que tener en cuenta que la estatina puede salvarte de un segundo infarto. Además, muy pocas veces es la causa de los dolores musculares, por lo que parece razonable seguir el tratamiento. O al menos, buscar alternativas antes de dejarlo.
En definitiva, las estatinas tienen una contrastada evidencia, lógicamente cuando se utilizan en personas de riesgo, no de forma indiscriminada. Y los efectos secundarios suelen ser leves y muy pocas veces obligan a suspenderlas.
No obstante, si piensas que te están perjudicando, lo inteligente es comentarlo con el médico. Hay alternativas, como buscar otra estatina, reducir dosis, espaciarla, etc. con el objetivo de comprobar si verdaderamente era la estatina la responsable del problema.
6 respuestas
Estoy totalmente de acuerdo con su artículo. Tanto, que llevo más de 10 años tomando “atorvastatina”, Cardyl 20 mg. y gracias a ello mis analíticas anuales muestran niveles aceptables de colesterol. Y en tantos años de tratamiento no he notado nunca ningún efecto adverso. Si he tenido alguno, me ha pasado desapercibido.
Muchas gracias por estos artículos. Saludos cordiales
Ramón, tomando estatinas, y sigue vivo. Gracias siempre por comentar.
Cómo siempre un muy interesante artículo que me despeja muchas dudas.Gracias Cardio Don Benito.Salud.
Gracias Ana. Me alegro que haya sido de vuestro interés.
Buenas noches Pablo.
Por desgracia ,con todo el tratamiento preventivo que tengo la semana pasada,tras unas pruebas en Urgencias tanto analítica de sangre y un T.C craneal, aparece una lesión isquémica en la corteza frontal izda.
Tú mejor que nadie sabes lo que eso significa y las consecuencias que tiene,no obstante la Doctora Internista me va a hacer una serie de más prudente para determinar un tratamiento farmacológico para intentar que la cosa no vaya a más.
Tengo muy mala suerte, no salgo bien de una cuando me aparece otra.
Un saludo.
Buenas noches Miguel. Desde aquí todo mi ánimo para seguir adelante. Te deseo lo mejor. Pon de tu parte y todo irá bien. Un saludo