Está claro que el tabaco es una causa de enfermedades del corazón, pero muchas personas tienen dudas sobre si son seguros los tratamientos para dejar de fumar.
Incluso muchas personas dudan si la ansiedad que les va a generar el cese del hábito no va a ser peor para su cardiopatía que seguir fumando. Y sobre esto no hay ninguna duda.
Sin embargo, dejar de fumar tiene tantos efectos positivos sobre la salud que no tiene sentido pensar en la posible ganancia de peso, o la ansiedad, como riesgos para tener en cuenta.
Dejar el cigarrillo es un proceso, que puede involucrar o no tratamientos tanto farmacológicos como no farmacológicos. La idea es que dejar de fumar siempre reporta beneficios. El fin justifica los medios, que decía Maquiavelo.
Y por supuesto, son seguros los tratamientos para dejar de fumar, siempre que se consideren ciertas precauciones.
Se viene artículo sobre el tabaco. Si eres fumador, espero que su lectura te sirva de información y de motivación para plantearte el cese del tabaco.
Efectos del tabaco sobre tu corazón
En España actualmente 1 de cada 4 personas son fumadores activos, por encima de la media europea. Especialmente, es preocupante que esta cifra se ha estancado en los últimos años cuando tenía una tendencia a la baja. Y, sobre todo, entre los jóvenes parece haberse relajado la prevención, incluso ciertas modas como el cigarrillo electrónico están implantándose.
El tabaco es la principal causa prevenible de muerte prematura. No solamente aumenta el riesgo cardiovascular, también incrementa el riesgo de ser diabético, lo cual suma a aumentar ese daño sobre las arterias. Además, no hay que olvidar otros efectos sobre la fertilidad, la disfunción eréctil, entre otras, a parte de estar presente en 1 de cada 3 tipos de cáncer.
El humo del cigarrillo contiene radicales libres que favorecen la oxidación de nuestro organismo. Este efecto daña especialmente el endotelio, la capa más interna de nuestras arterias, favoreciendo la agregación de las plaquetas y la coagulación sanguínea, por tanto, favoreciendo las trombosis.
A nivel del colesterol circulante, sobre las moléculas de colesterol LDL hace que estas se hagan más pequeñas y densas, facilitando que se depositen en las arterias. Y aumenta la apetencia de la pared de los vasos por estas partículas de colesterol, incrementando la aterosclerosis. También favorece que las paredes arteriales sean más rígidas, porque frente al tabaco, reaccionan proliferando su capa muscular. Como si quisieran defenderse.
Por todo ello, el tabaco aumenta la enfermedad cardiovascular en todas sus formas.
Beneficios de dejar el tabaco
Utilizamos un montón de medicamentos para prevenir las enfermedades derivadas de la arteriosclerosis, muchos comentados en este Blog como antiagregantes y estatinas. Pero incluso su porcentaje de efectividad, siendo alto, está por debajo de la efectividad que tiene el cese total del hábito tabáquico.
De hecho, tras un infarto o un ictus se hace mucho hincapié en el tema de la dieta, de no dejar la medicación, realizar actividad física, continuar revisiones, pero se incide poco en el tabaco. Estando entre las medidas más efectivas para reducir la posibilidad de sufrir otro nuevo infarto.
Dejar de fumar indudablemente mejora nuestra capacidad de ejercicio y disminuye la sensación de falta de aire de una persona con problemas cardíacos. También mejora nuestro perfil de colesterol, favoreciendo que se adhiera menos a las paredes arteriales. Igual pasa con nuestro control sobre el azúcar en sangre.
Y un grupo especialmente beneficiado del abandono del tabaco, es el que tiene estrecheces en las arterias de las piernas. Ya que en esta enfermedad la relación es todavía más intensa que en la enfermedad cardíaca o cerebrovascular.
Por último recordar que como comentamos en este Blog, no hay un consumo seguro de tabaco. El único consumo aceptable es cero ya que el consumo de 1-2 cigarrillos ya aporta la mitad del riesgo que tiene la persona que fuma un paquete diario.
Terapias para dejar de fumar
El paso fundamental, para intentar dejar de fumar, es tener la motivación adecuada. Hay que querer y estar convencido. Esta motivación suele ser alta en personas que están ingresadas porque han tenido un infarto u otro problema cardiovascular. Por eso es un excelente momento para abordarlas con este tema.
En personas que no estén muy convencidas será útil la entrevista motivacional. Se basa en explicar beneficios, pero sin discutir con el paciente ni mostrar una superioridad moral. Más bien empatizar con él, ponerse en su piel, comprender su esfuerzo, intentando convencerle de que es posible. Si la mayoría lo logran, él también puede.
La terapia en grupo, los materiales informativos, aplicaciones móviles, son también métodos disponibles. Pero hay que destacar el apoyo familiar. Este aporte es fundamental para tener éxito y que haya una continuidad.
Por último, como medidas complementarias a lo anterior, están los tratamientos farmacológicos. Las pastillas para dejar de fumar se utilizan sobre todo para intentar sobrellevar la dependencia física. O sea, para combatir el mono del tabaco.
¿Son seguros los tratamientos para dejar de fumar?
Los tratamientos para dejar de fumar pueden ser sustitutivos de nicotina, como parches o chicles. Y también hay otros medicamentos, como Bupropion y Vareniclina.
Los sustitutivos de nicotina se suelen combinar. Los parches liberan nicotina de forma sostenida en el tiempo, por lo que alivian el mono. Su principal problema es que pueden irritar la piel.
Para los momentos puntuales de ansiedad por fumar se utilizan los chicles. Estos chicles se mastican para que la nicotina se absorba por la mucosa de la boca. Si se traga demasiado el contenido pueden producir acidez de estómago. Por lo demás la nicotina es un excitante que puede provocar insomnio, dolor de cabeza, etc.
No obstante, son tratamientos seguros para dejar de fumar. Es decir, en personas con situación estable de su enfermedad cardiovascular no conllevan riesgo. El riesgo de seguir fumando es comparativamente mucho mayor al de usar sustitutos de nicotina.
El Bupropion es un antidepresivo. Salvo epilepsia, convulsiones, o en algunas enfermedades mentales como bulimia, anorexia o trastorno bipolar, no hay otra contraindicación. Se debe evitar su toma al final del día para que no provoque insomnio. Por lo demás, es un tratamiento completamente seguro para dejar de fumar, tanto desde el punto de vista psiquiátrico como cardiovascular.
La vareniclina, al igual que el bupropion, se suele utilizar una semana antes de plantear el cese del tabaquismo. También es un tratamiento seguro para dejar de fumar, aunque puede provocar náuseas, por lo que se aconseja tomar con estómago lleno. También puede haber otros efectos secundarios como cefalea, insomnio, etc. que generalmente son tolerados.
Estos medicamentos están financiados desde el año 2020. Son efectivos y seguros, pero solamente ayudan a combatir la dependencia física. Tiene que haber una motivación para dejar de fumar y una buena red de apoyo familiar para lograr un cese duradero.