Para saber si nuestro corazón está dañado, es interesante conocer cuáles son los síntomas de la insuficiencia cardíaca.
La insuficiencia cardíaca es sinónimo de tener un corazón que no puede hacer bien su trabajo. O lo que es lo mismo, que lo hace con demasiado esfuerzo.
Muchas veces podemos encontrarnos fatigados. Eso puede deberse a distintas causas que no tienen nada que ver con nuestro corazón.
¿Cuándo puede deberse a insuficiencia cardíaca?
¿Y a qué llamamos exactamente insuficiencia cardíaca?
¿Cuáles son las causas? ¿Qué otras enfermedades pueden provocarnos síntomas parecidos?
¿Cómo diferenciarlos?
¿A qué llamamos insuficiencia cardíaca?
El término insuficiencia se usa mucho en medicina. Puede referirse a distintas partes del cuerpo cuando no funcionan correctamente. Por ejemplo, tenemos insuficiencia renal, hepática o respiratoria.
En el caso del corazón se refiere a que el aparato circulatorio no realiza bien su función. ¿Y cuál es su función? Llevar sangre con oxígeno a todos los rincones del cuerpo. Pero también recoger la sangre utilizada.
Para ello, debe de empujar bien la sangre a través de la circulación. Y no solamente eso, también tiene que relajarse para llenarse. Y hacerlo de forma suave sin que aumente dentro la presión.
Cuando esta circulación no se mantiene de manera correcta porque el corazón no trabaja bien, se le llama insuficiencia cardíaca. El sistema puede estar trabajando al límite, con mucha presión, sin que nos demos cuenta. Durante largos periodos de tiempo.
Eso depende de la rapidez con la que se produzca el fallo en la bomba. Un infarto le provoca un fallo inmediato. Pero una válvula funcionando mal o una hipertensión arterial mantenida lo van minando poco a poco.
A la situación en la que la insuficiencia se hace evidente, porque da síntomas, la llamamos descompensación.
¿Cuáles son las causas?
Resumiendo mucho los corazones fallan principalmente por dos motivos, o por la suma de los dos a la vez.
En primer lugar porque se nos den de baja fibras musculares del corazón. Esta pérdida puede ser permanente o transitoria. Al haber menos unidades trabajando el corazón pierde fuerza. Es lo que pasa en los infartos o las infecciones que dañan el corazón.
También pierde fuerza cuando el corazón se agota por arritmias, fármacos, falta de riego sanguíneo, o se pierden fibras musculares por otras enfermedades que lo dañan, que pueden ser adquiridas o genéticas.
La otra causa fundamental es que aunque el músculo esté sano haya una sobrecarga de trabajo. Esto pasa en la hipertensión arterial, cuando hay enfermedades en las válvulas o cortocircuitos por defectos de nacimiento, entre otras causas.
Le puede costar más trabajo llenarse o bombear la sangre y eso al final le hace fallar. Aunque no le falte ni un gramo de músculo.
Estos defectos pueden combinarse. Si la situación de sobrecarga sigue en el tiempo, al final las fibras musculares acaban también muriéndose.
Estos daños pueden ser transitorios y el corazón se recupera. Pero lo más frecuente es que la situación se haga crónica. Es decir, que a medida que pase el tiempo se repitan los episodios de descompensación.
¿Cuáles son los síntomas de la insuficiencia cardíaca?
El síntoma principal es una falta de aire gradual. Otras personas lo explican como falta de aliento, de no poder llenar completamente sus pulmones, o como sensación de asfixia. También como una presión que no te deja respirar, como cuando alguien se te sienta encima del pecho.
Este sofoco en la insuficiencia cardíaca empieza primero con esfuerzos más intensos. Luego va aumentando día a día hasta aparecer con esfuerzos más livianos.
Finalmente la fatiga puede llegar a aparecer incluso en reposo.
Si el deterioro del corazón es gradual, la falta de aire será progresiva.
Sin embargo, si la causa de la insuficiencia cardíaca se instaura muy rápido, como ocurre con ciertas arritmias, en los infartos, o en las subidas bruscas de presión arterial, la falta de aire puede aumentar en cuestión de unas pocas horas. Incluso a veces en minutos.
Otra característica de esta sensación de falta de aire, a parte de ser gradual, es que empeora al estar tumbado. Es frecuente en la insuficiencia cardíaca que durante el día haya fatiga al caminar o al subir escaleras, pero que por la noche empeore al estar acostados.
Eso obliga a incorporarse en la cama para respirar mejor o a usar varias almohadas para dormir o levantar el cabecero.
Otro síntoma de la insuficiencia cardíaca que es típico es la retención de líquidos. Aparece como hinchazón generalmente en la piel de los pies y los tobillos. Pero puede extenderse hasta todas las piernas. Además afecta normalmente a ambas piernas por igual, de forma simétrica.
Si se acumula mucho líquido aparece también en la barriga, los brazos o la cara. También puede hacerse evidente en las venas del cuello.
La disminución de la cantidad de orina suele acompañar a la retención de líquidos. De forma característica, es probable que se orine más por la noche.
A medida que avanza la enfermedad aparecen otros síntomas. Se pierde peso, apetito, se altera el sueño, se puede estar más confuso o más irritable y aparecen tristeza o falta de interés por todo. Pero estos síntomas son en general comunes a muchas otras enfermedades cuando se hacen crónicas.
Otras enfermedades que pueden tener síntomas parecidos
La anemia, que es por falta de glóbulos rojos, puede producir una fatiga de esfuerzos también progresiva que siempre hay que descartar.
El hipotiroidismo, por falta de producción en el tiroides de suficiente hormona tiroidea, también provoca cansancio.
En general, todas las enfermedades que afecten a los músculos y articulaciones pueden provocarnos cansancio, que a veces es difícil de diferenciar de la falta de aire.
Cuando tenemos problemas de circulación venosa en las piernas, se hinchan y muchas personas se piensan que es porque hay una afectación del corazón.
Las enfermedades respiratorias que afectan a los pulmones normalmente se acompañan también de falta de aire con esfuerzos y progresiva. Pero suele haber también tos acompañante. Y generalmente, también hay producción de mucosidad.
Suele ser habitual que haya habido una exposición de los pulmones a algún tóxico, como sucede en los fumadores o en los canteros. Además suelen tener catarros o infecciones respiratorias de repetición.
Por último, es fundamental saber que una situación de sobrepeso, no digamos ya obesidad, es una de las causas más frecuentes de falta de aire progresiva. Si además, no nos movemos mucho, esa suele ser, junto con el sobrepeso, una de las principales causas de la fatiga.
Además, el sobrepeso y el sedentarismo, van minando nuestra capacidad física durante años. Cuando se nos hace evidente, porque nos cansamos, es cuando consultamos asustados. Pero es una situación que se ha ido agravando con el paso del tiempo y de la que solamente somos conscientes cuando ya nos cuesta hacer tareas que antes podíamos realizar sin dificultad.
Conclusiones
Por tanto, la insuficiencia cardíaca es la incapacidad del corazón para hacer circular la sangre de forma que nuestro cuerpo esté bien abastecido.
Del conjunto de síntomas de la insuficiencia cardíaca, el principal es la falta de aire gradual con una serie de características acompañantes.
Los síntomas de la insuficiencia cardíaca se pueden confundir con los síntomas de otras enfermedades.
Entre las causas más frecuentes y menos reconocidas por las que nos fatigamos, están el sedentarismo y el sobrepeso.
2 respuestas
Los que tenemos insuficiencia cardíaca causada por una insuficiencia mitral severa, que pasará con la vacuna del Covi? Hay algún estudio de que vacuna será mejor?
En este caso lo principal es que se trate la válvula, si es posible. Con respecto al COVID, con vacuna o sin vacuna habrá que seguir extremando precauciones. Y por último, que yo sepa no hay diferencias porque haya afectación cardíaca de base. Me imagino que los cardiópatas serán tratados como población vulnerable y tendrán puesto preferente para vacunarse. Un saludo Carmen.