¿Quién necesita revisiones de cardiología?

Aquí vamos a hablar sobre las famosas revisiones de cardiología.

En otras entradas del Blog, he escrito algo sobre las temidas listas de espera y sobre por qué no deberías ir a una consulta privada.

En esos artículos comenté que uno de los motivos de utilizar la privada, era evitar la demora tan grande que tenían las consultas.

Pero ¿realmente son necesarias tantas revisiones? ¿Qué enfermedades necesitan seguimiento? ¿Son estas revisiones para toda la vida? ¿Hasta que la muerte nos separe?

Muchos pacientes sufren porque piensan que si no se revisan su salud puede empeorar repentinamente. Además, les genera mucha ansiedad que, de haberse revisado en plazo, se podrían haber evitado complicaciones.

¿Es esto cierto? Bueno, si te interesa el tema de la utilidad de las revisiones en cardiología no te pierdas las siguientes líneas.

Más de uno reaccionará así cuando le hablen de darle de alta de la consulta. Sin embargo, es algo necesario y deseable si el sistema funciona debidamente

Las revisiones de cardiología ¿no sirven para nada?

Bueno, para casi nada, dependiendo del paciente y del tipo de patología que tenga su corazón. De nada sirve dormir con el cardiólogo al lado si no cumplimos el tratamiento prescrito ni hacemos cambios en los estilos de vida.

Pensémoslo. El cardiólogo te ve una vez al año en la consulta o unos días a lo sumo si hay una hospitalización, pero el resto del año, la salud de tu corazón depende únicamente de ti. De que se haga ejercicio diario, la dieta sea apropiada y descansemos bien.

De hecho, esto está estudiado. Se llaman determinantes de salud. Y los principales dependen del ambiente, nuestra genética y, sobre todo, como interaccionamos con nuestro medio, nuestro estilo de vida. El sistema asistencial, es decir, la construcción de clínicas, hospitales, su dotación, etcétera es la parte que recibe más recursos económicos pero la que menos pesa de todas.

¿Y la que más pesa? Pues a la que se suele prestar menor atención: nuestro estilo de vida.

Se ha visto con la pandemia de COVID. Tenemos un gran sistema asistencial que ha absorbido el golpe. Pero carecemos de recursos necesarios en promoción de la salud, prevención, salud pública y nuestra atención primaria está literalmente cadáver.

Los estados invierten sobre todo en la parte asistencial, pero la inversión es mínima en promoción de la salud y en proporcionar entornos saludables a la población

¿Para quiénes son las revisiones de cardiología?

Evidentemente hay enfermedades del corazón que requieren un seguimiento. Por ejemplo, podemos tener una parte del corazón dañada que de momento no da problemas, pero puede darlos en el futuro. El paradigma de este tipo de enfermedades serían las que afectan a las válvulas. Porque el deterioro cardíaco suele ser progresivo y hay que hacer un seguimiento.

Otras enfermedades requieren seguimiento durante un tiempo. Cuando sufrimos un infarto tenemos algo parecido a una herida. Esta herida puede curar completamente en el primer año y si cicatriza bien y no provoca problemas no hace falta ver la cicatriz cada año.

Por otro lado, hay síntomas cardíacos que requieren un estudio, pero una vez conocido el origen, si este se corrige, tampoco precisa un seguimiento para toda la vida. Es el caso de algunas arritmias cardíacas, o de enfermedades provocadas por fármacos, por poner dos ejemplos.

Incluso hay enfermedades más o menos crónicas del corazón, que pueden atravesar fases relativamente largas de estabilidad, como la insuficiencia cardíaca. En algunas situaciones estos pacientes pueden salir del circuito de consultas y volver a ellas cuando dejen de estar estables.

El paradigma de las revisiones son aquellas enfermedades en las que medimos algo por ecocardiograma de manera periódica para prevenir un mal desenlace

¿Por qué muchos pacientes se revisan cada poco tiempo sin necesidad?

No hay un solo motivo. Uno de ellos es que a veces no se tiene del todo claro si el paciente puede irse de alta de la consulta. Porque no se asegure que va a permanecer estable, nos presione porque tiene miedo a que le pase algo, o bien por inercia.

A veces, es más cómodo seguir dando revisiones de forma periódica que pararse un rato a explicarle al paciente que está en un punto en el que la consulta le va a aportar poco. Esto último exige autoconfianza y tener también capacidad para explicar tranquila y razonadamente todo. Para que el paciente entienda que no le estamos echando.

Por otra parte, es cómodo tener pacientes por inercia en la consulta. Suelen precisar poca implicación, salvo saludar cada cierto tiempo y preguntar por la familia. Muchas consultas de cardiología se basan en la inercia de pacientes y lo peor aún, de terapéutica. Es decir, muchas revisiones, pero pocos cambios en el curso del tratamiento, pocas decisiones.

Finalmente, en la consulta privada este tipo de pacientes que se hacen amiguetes, que tienden a la estabilidad natural, son rentables. A partir de los dos meses, la mayoría de las compañías de seguros no penalizan revisar pacientes, es decir, se cobra la visita como primera visita y no como revisión. Por eso ningún especialista privado tiene problemas en nutrir su consulta de un ejército de pacientes estables.

Basta revisarlos cada más de dos meses para que sean rentables. Y si además se añaden otros añadidos al servicio pues mejor, generalmente pruebas innecesarias para justificar el seguimiento.

Revisar pacientes cada poco tiempo es una opción cómoda, da pocos quebraderos de cabeza y también puede ser lucrativa

¿Cuál es el problema de las revisiones indefinidas?

Nuestra salud cardiovascular, como hemos dicho, depende fundamentalmente de los estilos de vida. La consulta de revisión sirve para afianzar esos estilos cardiosaludables, reforzar la adherencia al tratamiento y darle al paciente la capacidad de autocuidado. Una vez esos objetivos están afianzados es seguro dar al paciente de alta de la consulta.

Eso sí, no es un hasta nunca, sino un hasta la próxima. Porque si surgen incidencias, que aparecerán el paciente volverá a ser valorado por ese nuevo percance.

Pero bueno, ¿y no es más fácil dar revisión indefinida y no complicarse la vida?

Pues es tan sencillo como aplicar las matemáticas. Si a lo largo de un año surgen 500 pacientes para revisión solamente entre infartos y operados de corazón puede ser tentador revisar a estos enfermos cada año. Claro, suena razonable, ¿cómo no se va a revisar anualmente una persona que ha sufrido un infarto, o que se ha operado de corazón? Qué menos ¿no?

El año que viene si la cosa sigue más o menos igual, serán otros 500. Es decir, que lo habitual es que cada año se duplique el número de pacientes. Entre unas olimpiadas y las siguientes, habrá 2000 pacientes, que supondrían 8 pacientes día para un cardiólogo, teniendo en cuenta que trabajase los 250 días laborables de un año, pasando exclusivamente consulta. Si pasa consultas de 16 pacientes, aproximadamente el 50% serían estos pacientes revisados.

Y eso solo en 4 años. Si ampliamos los plazos temporales y tenemos en cuenta que no solo de infartos y operados vive la consulta, nos salen muchísimos más pacientes.

Hay que buscar un equilibrio, para que la consulta no se sature y podamos llegar a servir a más personas

Las revisiones de cardiología, como todo, deben optimizarse

No todo es tan sencillo como parece. La medicina actual se ha complicado, de forma que no tiene nada que ver la cardiología actual, con la que se hacía hace 20 años. Aplicar rigor y profesionalidad en la consulta implica necesariamente dar altas de las consultas.

Revisar de forma complaciente pacientes sin indicación sobrecarga inútilmente la consulta y es de una falta completa de ética. Ya que el tiempo que se dedica a esa tarea, el cardiólogo lo retira intencionadamente o no, de otras tareas. Véase diagnosticar enfermos nuevos, dedicar más tiempo a pacientes que pasan por una etapa más delicada, investigar, enseñar, etc.

La consulta de cardiología además tiende a hiperespecializarse, en forma de consultas monográficas que abordan una patología con gran profundidad. Pero una vez se ha estudiado el problema, se ha puesto tratamiento y se han marcado unos objetivos, se alargan los plazos de seguimiento.

Alguno puede pensar que el problema es contratar más especialistas, para que vean más pacientes, pero siendo un tema importante, no lo niego, no es el fundamental. Contratar cardiólogos y abrir consultas es algo que puede pensar cualquier político de turno. De hecho, es lo que suelen hacer.

Pero poco se paran a analizar, qué objetivos se logran y si se beneficia realmente al paciente con lo que se está haciendo. Porque un paciente bien visto de una vez vale más que uno mal visto 20 veces.

Como siempre, os espero en los comentarios.

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7 comentarios

    1. Totalmente Jose Luis. La prevención es 365 días al año.
      El médico puede aconsejar e intervenir decisivamente en un momento concreto pero el resto depende de nosotros.
      Gracias por comentar.

  1. Buenos días.Hace 13 años tuve una angina. Desde entonces me realizan revisiones anuales en las cuales siempre me dicen que está todo muy bien. Siempre espero que me den el alta o que las revisiones sean más espaciadas. No debería ser así? Hasta cuando? Tal vez hasta que “mi cardiólogo” se jubile?
    Un gran artículo 👏🏻.

    1. Adela, como este ejemplo hay muchos. Creo que debemos ser más eficientes. No digo que no se vea nunca más su caso, pero sí que esté una temporada con seguimiento de factores de riesgo y cuando surja alguna novedad, disponer de la consulta de cardiología ágil para poder verlo y solucionarlo. Pero evidentemente, si la tenemos saturada va a ser difícil.
      Un saludo y gracias por comentar.

  2. Hola…Un paciente de 44 años con Parkinson-white asintomático desde su diagnóstico(a los treinta tantos años)y con Holter de 24 h hecho al principio totalmente normal,debe volver a revisarse?… Gracias de antemano.

    1. Hola Miguel.
      En principio, hasta que no tenga palpitaciones no hay que hacer nada si se trata de una vía de bajo riesgo, no obstante, esto es controvertido. Algunos cardiólogos son partidarios de estudio electrofisiológico en todos los WPW, pero no es lo habitual en la práctica. Eso no quita que haya que valorarlo por otros motivos o porque aparezcan síntomas nuevos.

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