Para hacer el diagnóstico de hipertensión y tomar las medidas oportunas lo primero es ver si te mides bien la presión arterial.
En este artículo vamos a ver qué valores corresponden a una presión arterial normal.
Para saber si te mides bien la presión arterial debes fijarte en una serie de recomendaciones.
Vigilar la presión arterial y poner tratamiento a tiempo es la principal forma de prevenir complicaciones cardíacas y vasculares ya que es el factor de riesgo más frecuente entre la población.
¿Qué es la presión arterial?
Lo primero es saber qué es lo que vamos a medir. La sangre es un líquido que fluye por los vasos sanguíneos. La presión o tensión, es la fuerza que ejerce la sangre contra la pared del vaso por el que va circulando.
En las arterias, que es donde medimos la presión, la sangre no circula como un flujo continuo, como si fuese un río. Sino que va intermitente, o a pulsos. Con cada latido se produce una onda de pulso, como si fueran las olas del mar.
Cuando el corazón se contrae durante la sístole emite una embolada de sangre. Con cada latido la sangre se impulsa y deforma la pared. Ese pico de energía corresponde con la tensión arterial sistólica.
Imagina una ola del mar, o una onda en un estanque. La cresta de esa ola desplazándose por los vasos sanguíneos sería la presión arterial sistólica.
Cuando el corazón se relaja, en la diástole, no está empujando sangre por la arteria. Entonces la energía de empuje baja. Es como el valle que va detrás de la ola.
Imagina la superficie del mar en calma que ha quedado tras pasar la ola. A ese nivel de presión, cuando la superficie es plana, es a lo que llamamos presión diastólica.
Si mides bien la presión arterial con un manguito de presión lo que obtienes es esos dos valores. La presión se mide en milímetros de mercurio, abreviado mmHg. Por ejemplo, me ha salido 165 mmHg de sistólica y 95 mmHg de diastólica. ¡Cuidadito!
Lo que hace el aparato es la media de las olas que mide. Además aporta un tercer valor que es la frecuencia cardíaca.
Por ejemplo. Si tarda en medir 20 segundos y en ese tiempo cuenta 25 olas, hace una regla de tres y te dice que en 60 segundos, que es un minuto, tendrás 75 latidos por minuto.
¿Cuáles son los valores aceptados como normales?
Las cifras de tensión arterial se relacionan con los problemas cardiovasculares con una relación en letra J. Eso quiere decir que a medida que aumentamos los valores, aumentamos nuestro riesgo. Se estima que el riesgo empieza a aumentar por encima de 115 mmHg de tensión arterial sistólica.
¿Entonces a partir de 115 hay que tomar pastillas? Pues no, esto solamente nos da una idea de que la presión arterial alta es una sobrecarga para nuestros vasos. Y los empieza a deteriorar ya desde niveles relativamente “bajos”.
Y como hemos dicho, es una curva en J. Si bajamos demasiado también es malo. O sea, que en el punto medio está la virtud. Este efecto sucede sobre todo en la enfermedad coronaria, pero no es un efecto tan consistente en el ictus.
Se aceptan como puntos de corte para hipertensión arterial: 140 mmHg para la sistólica y 90 mmHg para la diastólica. Luego a partir de 140 y 90 hay distintos grados de hipertensión arterial.
Entre 130 y 139 se consideran valores llamados de presión arterial normal/alta para la sistólica.
Entre 85 y 89 se consideran valores llamados de presión arterial normal/alta para la diastólica.
Hay más o menos consenso sobre que empecemos ya con tratamiento en niveles de presión normal/alta. A saber, empezar una dieta baja en sodio, hacer ejercicio, reducir consumo de alcohol, de azúcares, de grasas saturadas, etcétera.
Normal sería 130 a 120 mmHg para la sistólica y 85 a 80 mmHg para la diastólica. Por debajo de 120 y de 80 se llama tensión arterial óptima. Sería la presión a la que debería aspirar cualquier persona sana.
¿Cómo sabes si te mides bien la presión arterial?
Si cumples las siguientes recomendaciones:
Lo primero. Usa un aparato que esté validado, preferentemente que mida en brazo. Los aparatos de muñeca dan mediciones más altas de sistólica y más bajas de diastólica.
Utiliza el tamaño de manguito adecuado. Si es más grande o más pequeño de la cuenta, dará errores en la medida. Ajústalo bien, recordando que la parte inferior del manguito, la que lleva el tubo de goma, es la que va en el pliegue del codo.
Mide al menos dos veces, separadas al menos por un minuto. Realiza las mediciones por la mañana antes de tomar la medicación y otra vez por la noche antes de cenar. Anota los resultados.
Para que la medida sea más fiable evita fumar, tomar alcohol, cafeína o té durante los 30 minutos antes de medir la tensión. Relájate y no hables durante las tomas de tensión arterial.
Hay que estar sentado y tranquilo, al menos 5 minutos antes de empezar las tomas, con los pies en el suelo, y sin cruzar las piernas. El brazo debe estar sobre la mesa, sin hacer fuerza, procurando que el manguito quede a la altura del corazón.
En conclusión
Es importante medir bien la presión arterial en nuestro domicilio. Porque en algunos casos la presión arterial en la consulta está sobrestimada por la llamada reacción de bata blanca. Además si empezamos dieta o ejercicio para controlar nuestra tensión vamos a poder vigilar si está siendo efectivo.
No deberíamos apelar a la reacción de bata blanca para minimizar un problema de presión arterial alta en la consulta. Una medida de presión alta en consulta debería ser motivo de hacer un seguimiento de la presión arterial y de iniciar un programa de actividad física y una dieta adecuada para bajar la presión arterial.
Solo hay ciencia de lo que puede medirse
Florentino Ameghino